" No me toques!, no quieras ablandar mis ojos... aunque quisiera verte como hermana, no te miro ya más que como mujer.Todo el pueblo contra mi, quemándome con sus dedos de lumbre. Y me pondré la corona de espinas que llevan las que son queridas de algún hombre casado. "
Federico García Lorca. La casa de Bernarda Alba (fragmento)